Las posesiones agotadas sin encontrar soluciones, los tiros forzados y los demasiados tiros libres desaprovechados (7 aciertos de 16) provocaron que España llegara al descanso perdiendo por un punto (29-28). Únicamente Jordi Rodríguez, con 10 puntos al entretiempo, camiseta de los bulls era capaz de encontrar los huecos en el entramado galo. En el quinteto ideal le acompañó Jordi Rodríguez, que fue el mejor español en la final.