Magic Johnson no fue el único que dejó la franquicia de sus amores la pasada madrugada. Al menos en los buenos pubs, camiseta kobe bryant no los que sólo tienen de irlandés la publicidad de Guiness. Donde antaño la defensa aguardaba a colapsar los embudos del ataque, o en el mejor caso, a responder al 1×1 del manejador, ahora debe hacerlo en multitud de puntos que además se mueven, ataques que funcionan como circuitos nerviosos cuya conducción apenas toca el suelo.